Longevidad y calidad de vida

Uno de los aspectos más característicos de las sociedades actuales es que por primera vez en la historia de la Humanidad cohortes enteras logran vivir muchos años.

Siempre hubo ancianos, pero eran casos extraordinarios. Hoy es casi un atributo. Pero como toda rosa, lleva sus espinas: el incremento de las patologías crónicas, las dependencias y las discapacidades que lo acompañan.

Resultado: problemas sociales, emocionales económicos y políticos. Este fenómeno ocurre en todo el mundo independientemente del hábitat, lugar físico, estatus económico. Ocurre en Europa, Japón, EEUU ocurre también en India. Con sus diferencias claro.

Está de moda hablar de longevidad, de vivir largamente y en buenas condiciones de vida. El que las personas busquen estilos de vida que los lleven a conseguirlo y que la medicina y las instituciones asociadas ofrezcan una pléyade de soluciones para conseguirlo. Por eso la prevención y la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades son instrumentos necesarios. Todo este ideario ya tradicional figura en preámbulos, leyes sanitarias públicas de todo nivel, pero desafortunadamente son solo declaraciones medioambientales.

La formación médica siendo clave en esta profesión está infrarrepresentada, frente a un volumen notable de años destinados a evaluar enfermedades, cuánto más extrañas mejor. Es un modelo que parte de una base: la idea de la incompetencia del ser humano para autocuidarse. Los intereses que posee la Medicina Integrativa para alcanzar logros de una longevidad saludable es utilizar instrumentos de diagnóstico y tratamientos “que van un poco más allá” de los sistemas que diagnostican patologías como formas expresivas y desviadas de la normalidad.

Una Medicina-la habitual que observa la anormalidad como una desviación estadística, pero para lograr una longevidad sana hay que buscar momentos “ideales”.

La necesidad de poner el acento en medidas sencillas. Las propuestas que representan “medicina antienvejecimiento” que mezclan élite, marketing, biotecnológica.

Programas mal llamados “antienvejecimiento”, una moda parecida al consumo del último perfume.

Pero ¿Cuál sería lo mejor?

La posibilidad de que alcance a todo el mundo. Pero no es así; incluso en sociedades democráticas, aparentemente justas se siguen autoperpetuando un sistema de castas sociales donde hay gente con enormes opciones y posibilidades frente a una gran parte de la población que debe contentarse con su suerte. Se han buscado en el mundo las zonas llamadas “áreas azules”, espacios donde la mayoría de la población vive largamente feliz.

¿Habían llegado gracias a nanorobots que limpien arterias…como ya proponen en 2030?...Quizá en el fondo no sea esa la idea

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