Grasas y cerebro
El cerebro en particular, el sistema nervioso en general necesita de las grasas. No de cualquiera, claro. Necesita, y mucho, de las vamos a llamarlas “grasas buenas”. El cerebro es un órgano muy graso
Las grasas
Las grasas son estructuras esenciales en la dieta, pues aportan una parte notable de la energía. Un gramo genera 9 Kcal (como referencia, la glucosa ofrece 4 Kcal). El 98% de todas ellas son triglicéridos, que está formado por la unión de una molécula de glicerol (un tipo de alcohol desde el plano nomenclatura química) y la unión con tres ácidos grasos (moléculas largas de muchos carbonos, que tienen un grupo metilo (-Ch3) y otro carboxilo (-COOH) al final.
Cada ácido graso se denomina y diferencia según el número de carbonos y según el número de dobles enlaces (se llama grado de insaturación).
Los ácidos grasos
Los ácido grasos saturados proceden de los alimentos cárnicos o lácteos. Forman parte de las membranas de las células, ya con eso son importantes, pues representan constiyuntes necesarios.
Algunos se asocian a proteínas. Los principales ácidos grasos saturados: palmítico, esteárico, mirístico y láurico.
Luego tenemos a los MUFA, ácido grasos moninsaturados, que tienen un doble enlace
entre átomos de hidrógeno de la misma cara (por eso se les llama cis). El principal es el oleico (un 90%). Necesario para formar parte de la mielina las envolturas de las células nerviosas.
El Omega 3
Los PUFA, son los omega 3. Son poliinsaturados que incluyen ácido alfa-linolenico, eicosapentanoico (EPA), docosapentanoico (DHA). El primero no se sintetiza en el ser humano. Una deficiencia del mismos genera enfermedades neurológicas y problemas en el crecimiento. Es esencial en la dieta(debe ingerirse). Es el que forma tanto al EPA como al DHA. Está en células de animales y peces, no en plantas. El EPA presenta enormes beneficios y es antinflamatorio, importante para el sistema cardiovascular. Previene cardiopatías.
Un desequilibrio entre omega 3 y los omega 6 en favor de estos últimos crea un escenario de fondo proinflamatorio. Nada beneficioso y generador de muchos males.
El DHA es muy importante para la retina (es el órgano que más consume por unidad de peso DHA), y el cerebro. Difícil de sintetizar en el organismo. Es una de esas sustancias casi imprescindibles que necesariamente deberíamos ingerir como suplemento.
Durante determinadas épocas: infantil, adolescencia, embarazo, senectud son más necesarios que nunca.
El Omega 6
Tenemos ahora a los PUFA omega 6. Son los ácido linoleico, gamma linolénico, dihidrogamma linolénico, ácido araquidónico. Ya hemos visto que el ácido linoleico no puede ser sintetizado por el ser humano, hay que ingerirlo. Un déficit crea dermatopatías, alteraciones del sistema nervioso entre otras.
Los omega 6 son fundamentales a una determinada dosis, no en exceso. Son fundamentales porque entre ellos están los ácidos araquidónicos, precursores de sustancias proinflamatorias que actúan cuando deben como sistema de defensa.
Tanto los omega 3 como los omega 6 deben llevar un equilibrio. Se habla de 3:1 en beneficio de omega 6, pero en muchas sociedades occidentales, debido a una ingesta muy deficiente, comida basura, la proporción llega a ser 20:1. Todo eso facilita como hemos visto una situación tendente acidosis del mesénquima, del espacio intercelular y a la síntesis de prostaglandinas proinflamatorias.
Las grasas trans
Lo que debemos evitar todo lo que podamos es el consumo de grasas tipo TRANS. Estas grasas han sido modificadas por la industria alimentaria y están presentes en galletas, bollería, múltiples productos pues lo han utilizado sencillamente porque permiten mantener la vida útil de esos productos por más tiempo.
Estas grasas no tienen capacidad para ser flexibles; son rígidas en el espacio y esa rigidez impide que hagan una función correcta en la membrana celular. Muchas patologías actuales son causa de alteraciones en la estructura de las membranas tanto de la células como de diversos componentes principalmente la mitocondria. Evite el consumo de grasas trans. No se las dé a sus hijos. Ni las consuma en exceso.
Beneficios y control
El control adecuado de ácidos grasos ofrece muchos beneficios: previene problemas cardiovasculares, disminuye triglicéridos elevados y el colesterol unido a VLDL, previene la tendencia a crear coágulos, trombos, reduce las arritmias cardiacas. Ayuda a controlar el peso. A los diabéticos les facilita su metabolismos global, en oftalmología ya hemos hablado de la necesidad de DHA por parte de la retina, así como en el ojo seco, glaucoma.
En pacientes con tumores hormodependientes (cáncer de mama, próstata y otros) es beneficioso pues modula la acción estrogénica. Su uso es necesario en patologías de la piel como psoriasis, o dermatitis. Y durante el embarazo facilita la construcción correcta del cerebro fetal entre otras.
Los beneficios sobre el plano cognitivo ( nuestra capacidad para procesar información, memoria…) necesita especialmente al envejecer del consumo de buenos omega 3, de riboflavina. Folatos, metilcobalamina, licopeno, vitamina D, carotenoides muchos de ellos presentes en nueces, salmón, trucha ycrucíferas.
Nuevas investigaciones
Hay estudios relativamente recientes de un grupo español que ha descubierto que dentro de la DHA hay un subtipo DHA-H (hidroxilado),denominado acido 2 -hidroxidocosahexaenocio, creado gracias a un enzima. Este subtipo es especialmente eficaz pues tiene funciones neuroprotectora y parece ser por los estudios que tiene un papel neuroregenerador. Los otros tipos de DHA, por ejemplo DHA-triglicéridos, DHA-FL, DHA ester etílico no tienen tanta capacidad. Pero todavía es un proceso en estudio que necesita pasar por los controles propios para ser considerado un fármaco autorizado.