A mediados de los años 50 del siglo XX el grupo de investigación del doctor Pischinger (biopatólogo austríaco) rompió con sus investigaciones el tradicional concepto denominado "teoría celular de Virchow", por la que se consideraba la unidad básica fundamental anatómicamente y funcionalmente hablando a la célula. 

Si observaramos a un pez tenríamos que aceptar que para que pueda vivir necesita de un medio ambiente, por lo menos una pecera con una calidad de agua adecuada. Y sin ella no hay vida. Así redefinió Pischinger el "todo", las células, tejidos y por supuesto el denominado tercer espacio o mesénquima. Y el mesénquima adquiere un nuevo relevante papel. El que representa la situación global del organismo. 

Medimos este espacio gracias al instrumento médico de la casa alemano-chino Med-Tronik. Denominada medición sistémica o bioresonancia. El concepto de bioresonancia no ha sido todavía entendido por una gran parte de la ciencia biológica, que no es capaz de aplicar mediciones basadas en la Física, y no en Química. Le recomiendo escuchar este podcast que no permite reconocer la realidad fisopatológica de nuestro organismo.